En mitad de una noche tormentosa, un ladrón escapa de la escena del crimen. En sus manos, obras de arte manchadas de una sangre que nunca habría querido derramar. Harto de todo, furioso por no poder cambiar su forma de vida, dedicada a servir a gente despreciable, sigue cumpliendo con su trabajo por más que le duela, siempre con la amenaza de que alguna autoridad llegará algún día hasta él y le quitará su libertad. Justo cuando piensa que ya nadie le va a alcanzar, cuando ya cree estar seguro, se encuentra dos ojos observándole. Con un susto monumental en el cuerpo, comprueba que quien le observa es una niña, una chiquilla vestida con ropas cursis pero sucia hasta las orejas. Una niña que nunca ha visto, una personita a la que no conoce ni de vista. Una persona que le llama por su nombre. Su verdadero nombre

Blut” recibe la traducción de “Sangre”, el elixir de los vampiros… La historia comienza con el retorno de un guerrero a casa, tras la batalla. Cuando se dirige a su alcoba a reposar tras la derrota recibe una visita inesperada: Saray. Ésta bebe de su sangre y decide transformar al caballero en vampiro, enlazando sus almas condenadas a la eternidad. El guerrero se verá sentenciado a vivir eternamente en la oscuridad, anhelando el amor e incluso la muerte. En ese viaje encontrará diversos personajes que marcarán el rumbo a través del cual andará, sin camino de regreso.

“Antología de un Lobo Domesticado” no es un libro. Entre sus páginas se plasma el recorrido de un lobo solitario por la inmensidad de la estepa, dejando las huellas ancladas en el paso del recuerdo: los pensamientos y sentimientos reflejados en el agua de un río manso. Las lágrimas que humedecen los cristalinos ojos hoy empapan la tierra. Ésta obra compila diversos relatos escritos durante 2009 y 2010, recogidos en 2011 y bebidas por el lector desde que empieza a leerlas hasta cuando termina. Algunos de los relatos incluidos son: “Las Lágrimas de Alma”, “El Lobo Domesticado”, “Filantrofobia”, “Atrapado en el Espejo” o “La Vela”.

Rávena, siglo VI después de Cristo.
En plena Guerra Gótica, un anciano se pudre en vida en una celda del Cavum, una insalubre prisión sobre la cual cuentan que sólo hay dos maneras posibles de salir: con los pies por delante o engrilletado y camino del patíbulo. Y mientras aguarda al veredicto que pondrá punto y final a su existencia, Brathach ap Gwawrddur dedica su tiempo y las fuerzas que le restan a dejar constancia escrita de los recuerdos que aún atesora sobre los años de su niñez y de su primera juventud. Los reinos del oeste, primer volumen de la trilogía Ecos desde Britania, sumerge al lector en el cruel y convulso universo de la Britania preartúrica, una tierra abandonada a su suerte por Roma, tablero de las ambiciones de un buen número de señores de la guerra y escenario perfecto para las sanguinarias correrías de pictos, escotos y de los bárbaros jutos y sajones procedentes de Germania. Brathach es el hijo de un pequeño señor del oeste de Britania, y también un muchacho taimado y vengativo, celoso de la buena fortuna de su hermano mayor Edmig, el primogénito de la casa. Sus crecientes rencores no tardarán en conducirlo a la peor de las resoluciones: terminar con su vida de una vez por todas. Éste será el punto de arranque para una aventura que lo llevará a servir bajo las órdenes del rey Gwthr de Glywysing, una auténtica leyenda en el campo de batalla, bebedor y mujeriego, que terminará pasando a la historia como el padre de uno de los monarcas más afamados de todos los tiempos: Arturo.

Brathach y Sixto, su joven compañero de cautiverio, planean su fuga del Cavum. Aunque no será fácil, encerrados como se hallan a cal y canto en celdas individuales. Eso por no mencionar la cuestión de que encuentran bajo la custodia de una partida de godos gigantescos y en una mazmorra excavada bajo las calles de una ciudad en pie de guerra y a punto de ser sitiada por las tropas de Belisario. Y mientras se acerca el momento, el anciano continúa dejando constancia escrita de los enrevesados y pintorescos recuerdos de su juventud. Gwrtheyrn, segundo volumen de la trilogía Ecos desde Britania, nos transporta a una Britania sumida una guerra interminable entre dos bandos contrarios: los señores vasallos del pendraig Gwrtheyrn, alto rey de Britania, y los monarcas federados de Ambrosio Aureliano, el último de los gobernadores romanos de la isla. Soplan aires de sedición en el oeste. El rey Gwthr de Glywysing cae en desgracia y Brathach es enviado por el pendraig Gwrtheyrn a sofocar una revuelta de cristianos en Powys a la cabeza de su propia partida de lanceros. Aunque las cosas no acaban de salir del todo bien y Brathach se ve obligado a regresar derrotado a Caer Gloyw para enfrentarse a la ira del pendraig. Tendrá una segunda oportunidad de limpiar su nombre, aunque, eso sí, a costa de arrojarse de cabeza al ojo del huracán que está a punto de desatarse en las tierras de Aureliano. Una horda de jutos está a punto de arrojarse sobre ellas y todo indica que el pendraig Gwrtheyrn se encuentra detrás de todo.

El 31 de diciembre solía ser una fecha de alegria y festejo pero ahora se ha vuelto en toda una pesadilla. El asesino ya no necesita estar frente a ti para matarte, ni siquiera necesita conocerte o verte porque ahora, se mata al azar. Desde el Funeral de un Inocente te traigo las palabras de las victimas de balas perdidas.

En las profundidades del bosque, desde hace milenios, los Guardianes trabajan día y noche exterminando seres Oscuros sin que los humanos descubran su existencia. Ahora, han tenido que aumentar sus esfuerzos al descubrir que las partículas malignas se mueven con más violencia. Mientras, en el hospital del pueblo, Alexis despierta luego de varios meses de haber estado en coma. Nada recuerda de su pasado. Sin familia ni amigos, Alexis debe irse a vivir con Víctor, un extraño muchacho que ella ni conoce, pero no tiene otra opción más que aceptar su compañía. Sueño, pesadillas… Alexis comienza a recuperar sus recuerdos poco a poco y descubre así que no todo es como ella pensaba. Víctor resulta ser un Guardián con más de un secreto para confesar. Naimé regresa con los suyos poco antes de que el Oscuro Goar declare la guerra a los Guardianes. Una batalla se presenta en puerta... Hasta tanto no termine, nadie puede declararse vencedor.